La Unión Europea avanza hacia la regulación de la inteligencia artificial

La Unión Europea ha dado un importante paso hacia la creación de normas pioneras a nivel mundial sobre el uso de la inteligencia artificial por parte de las empresas. Esta iniciativa tiene por objetivo sentar las bases para la creación de estándares globales de la tecnología utilizada en una amplia gama de aplicaciones, desde chatbots como ChatGPT de OpenAI hasta procedimientos quirúrgicos y detección de fraudes en los bancos.

Según Brando Benifei, miembro del Parlamento Europeo que trabaja en el Acta de IA de la UE, este hito histórico marca un momento trascendental. "Hemos hecho historia hoy", dijo el eurodiputado italiano a la CNN. Los legisladores han acordado una versión preliminar de la norma, que será puesta a consideración del Consejo de la Unión Europea y los Estados miembros antes de convertirse en ley.

En medio de advertencias de científicos e investigadores de renombre sobre los riesgos de la IA para la humanidad, y los llamados de destacadas figuras, como el presidente de Microsoft, Brad Smith, y el CEO de OpenAI, Sam Altman, a una mayor regulación, Europa ha respondido de manera concreta.

La Ley de Inteligencia Artificial de la UE tiene como objetivo fomentar la adopción de una inteligencia artificial centrada en el ser humano y confiable, al tiempo que garantiza una protección sólida en términos de salud, seguridad, derechos fundamentales, democracia, estado de derecho y medio ambiente.

Los puntos clave de la norma incluyen la clasificación de los sistemas de IA en categorías de alto riesgo, bajo riesgo y prohibidos, con furertes restricciones para aquellas aplicaciones de alto riesgo. Además, se establecen requisitos de transparencia para los sistemas de IA, incluyendo la divulgación de que el contenido es generado por IA, la distinción entre imágenes falsas y reales y la publicación de resúmenes detallados de los datos con derechos de autor utilizados para entrenar dichos sistemas.

Aquellos que violen las regulaciones pueden enfrentar sanciones significativas, con multas que pueden alcanzar hasta 40 millones de euros o el 7% de los ingresos anuales globales de una empresa, lo que sea mayor.

Si bien la ley busca equilibrar la protección ciudadana con la promoción de la innovación y la creatividad en el desarrollo y despliegue de la IA en Europa, se espera que haya revisiones y adaptaciones a medida que la tecnología avance rápidamente. En definitiva, esta legislación representa un llamado serio a tomar en cuenta los riesgos de la IA y abordarlos de manera responsable.